casa pati [post scriptum II]

Per tancar el tema de les cases pati miesiàniques recomano la lectura d'un llibre i un artícle de Josep Quetglas sobre el Pavelló d'Alemanya, el de Mies de 1929 i la rèplica de 1986.

[m'agrada llegir els escrits, de ritme infrenable, sempre impecables, mordaços i sorprenents, d'en Josep Quetglas; capaç de ser creatiu -inclús propositiu- des de la vessant, sovint apoltronada i exclussivament descriptiva, de la crítica d'arquitectura]

[Josep Quetglas, El horror cristalizado, Imágenes del Pabellón de Alemania de Mies van der Rohe, Ed. Actar, Barcelona, 2001, ISBN 84-95273-52-7] 

"EL HORROR CRISTALIDADO, IMÁGENES DEL PABELLÓN DE ALEMANIA DE MIES VAN DER ROHE
(...)
 Puesto que Alfonso de Borbón inaugurará la representación de cada país participante (...) se trata de ofrecer el marco para un acto inaugural, y ese marco debe representar a Alemania -el modelo que Alemania quiere proponer de sí misma-. Ese decorado ocasional, Repräsentationspavillon, es lo que conocemos como 'Pabellón de Alemania'." (pág. 27)

"(...) el Pabellón es una casa moderna, es decir un templo dórico; el Pabellón es una representación trágica; el Pabellón es la representación trágica de la casa moderna." (pág. 64) 

"... El Pabellón no está hecho con piedra, cristal, estuco y hierro, sino con reflejos -y, en consecuencia, con ese material no se construyen suelos, paredes, pilares y techos, sino sólo paisajes virtuales, paseos intransitables-. Con reflejos sólo se pueden construir espejos." (pág. 95)

"Cada pilar desaparece, borrado por las manchas confusas de sus reflejos. Pero, además, el conjunto de pilares no forma, en ningún caso, un sistema de referencia. No existe conjunto de pilares, cada pilar está en una situación espacial irrepetida, que imposibilita la percepción como orden de los ocho pilares." (pág. 136)

"Acudiendo a la casa moderna, a la representación de Alemania, el espectador se ha descubierto partícipe de una escengrafía que le devuelve su imagen convertida en irrecuperable signo de otro, que le despoja de lugar propio y le condena a ser errante. Ve el Pavellón como representación del vacío -su propiedad- y de la riqueza -su carencia, una paradójica carencia producida por el mismo-." (pág. 168)

[Josep Quetglas, Artículos de ocasión, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 2004, ISBN 84-252-1525-0]

"DEL PABELLÓN DE MIES AL PABELLÓN DEL PATRONATO
(...)
Nadie puede oponerse a la reconstrucción del Pabellón de Mies, porque el Pabellón de Mies ni se ha reconstruido ni puede ser reconstruido: no puede ser reconstruido en su arquitectura, es decir, en su argumentación y presencia teórica, cultural, artística, visual, en la presencia de su autor... (...) (1984)" (pág. 71-76)